El esquí de travesía es una modalidad que no precisa de zonas preparadas ni señaladas. Como otras actividades de montaña se trata de un deporte de riesgo. Hace falta material y equipo específico, así como una preparación física y capacidad técnica que no alcanzan con el simple dominio de las habilidades de descenso. Se trata de subir con las tablas de esquí, que poseen una fijación especial que tiene la posibilidad de liberar el talón, lo que permite movimiento, por debajo se coloca una piel de foca (su nombre proviene del animal marino cuya piel se usaba antiguamente para fabricar el accesorio. en la actualidad se usan otros materiales sintéticos), que tracciona sobre la nieve y cuchillas en caso de tener que caminar sobre nieve dura.
También todos los elementos de seguridad para avalanchas (Arva, pala y sonda), casco, antiparras, vestimenta adecuada y dependiendo de la dificultad los distintos materiales de escalada.
Una vez alcanzado el objetivo... se quitan las pieles.. se traba la fijación... y se disfruta de un manto de nieve virgen... una forma distinta de practicar esquí..
Siempre tomar las precauciones necesarias es una forma de seguir disfrutando el deporte..
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